Introducción
Tras la suma del Centro Universitaria Cesine a un grupo de inversores en educación se propuso hacer un rebranding, cohesionando su imagen con los programa de diseño y negocios que ofrece y estando a la altura de una escuela digital actual.
El portal web pasaría entonces a ser el centro de la comunicación y la principal herramienta de captación de nuevos estudiantes a nivel local e internacional.
Mi rol de Branding designer + UI designer lo cumplí siendo parte del equipo de diseñadores de The imageniers.
Resultado
Una identidad visual dinámica derivada del símbolo más característico de la marca: el punto de la i. Traducida luego a un sistema de diseño simple y escalable, capaz de identificar y diferenciar a cada submarca y apto para ser usado en la comunicación online y offline.
En vista de que el Centro Universitario Cesine divide su oferta en dos escuelas que guardan el mismo nombre (solo cambia su baseline) se optó por identificar cada una de ellas con un color especifico. De esta manera tanto los estudiantes como los aspirantes pueden relacionarse con sus áreas de interés, a la vez que sirve como sistema de comunicación para enriquecer la identidad de la Escuela.
Al ser la escuela un servicio que evoluciona periódicamente, creamos un sistema de diseño que pudiera escalarse fácilmente con el mínimo de recursos posibles. Mediados por la arquitectura de marca y de contenidos, decidimos diseñar componentes que fueran fáciles de administrar y dotaran de recursos a los distintos programas de estudios.
Por la naturaleza misma de la escuela se diseñó un recurso que exaltara la creatividad y la versatilidad de la marca, así fue como creamos un pack de iconos con la personalidad de Cesine. A partir del medio circulo se definió un una estructura que dota de gracia y personalidad tanto a los iconos funcionales como a los más singulares. La intención de este pack de iconos fue representar el espíritu de la escuela para compartirlo con las comunidad educativa.
Para el cliente un rediseño equivale tanto a un cambio de imagen como de cultura, por lo que debemos saber explicar bien lo que hemos hecho. En nuestro rol de diseñadores debemos considerar al cliente como un usuario más digno de investigar, sobretodo para que considere útil la documentación, valore el trabajo realizado y se alinee con los principios que hemos definido para su marca.
Aunque el proyecto esté en fases embrionarias es importante que los equipos de desarrollo conozcan y validen las necesidades del producto. Tanto los requerimientos del cliente, como nuestras ideas iniciales, pueden ser enriquecidas o transformadas por la tecnología o el presupuesto que tengamos, por lo que la experiencia de los desarrolladores nos dará un marco de trabajo mucho más eficiente.














